El vestuario básico de una mujer incluye un repertorio mucho más amplio de prendas básicas que el vestuario masculino. Además, su incorporación al mundo laboral, le exige contar con prendas cómodas y elegantes para cubrir esta nueva faceta en su vida. Las mujeres además aprovechan estupendamente su vestuario, haciendo muchas combinaciones con pocas prendas.
El vestuario femenino es mucho más amplio y variado que el masculino. Debemos marcar una clara diferencia entre la ropa de trabajo y la de diario. El vestuario de trabajo debe mantener una línea clásica y elegante. La de diario o sport puede ser más atrevida y moderna. Un ropero básico debe contar con dos trajes de chaqueta, de corte clásico, que valen para la mayor parte de ocasiones, tipo cóctel.
Dos o tres faldas de corte clásico y por encima de la rodilla. Tres o cuatro blusas (que combinen bien con el traje de chaqueta y con alguna de las faldas). Media docena de suéteres, jerseis o chalecos, que sirvan para vestir más informal o de sport, y que puedan ponerse para trabajar, también. Pantalones, cada vez más utilizados por las mujeres, vaqueros, de algodón con pinzas o el diseño que mejor nos siente, al menos un par debemos tener en el armario. Los zapatos, altos para las ocasiones más formales, y alguno de tacón bajo, e incluso zapato plano, para sport.
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